Divine hunter
En las primeras horas de la mañana, Roy estaba profundamente dormido en su cálida manta, soñando con enfrentarse a un grifo, vampiros de alto nivel y sombras ancestrales. De repente, un golpeteo apresurado en la puerta lo despertó de golpe. "Susie, Old Moore, ¡es urgente, abran!" Roy, empapado en sudor, luchó por levantarse y vio a sus padres sosteniendo velas en la puerta. Al otro lado, el fornido carnicero tenía una expresión ansiosa y explicaba en voz temblorosa. Cuando la brisa nocturna irrumpió al abrir la puerta, se despertó por completo de su ensueño. ¿Qué podría haber causado tanta angustia al carnicero de lengua sucia? Una respuesta pasó por la mente de Roy. "Tío Fletcher, ¿le pasó algo a Branden?" Se puso una fina camisa de lino y se acercó a la pareja mayor. Iluminados por la luz del fuego, los ojos del carnicero estaban enrojecidos, sus labios agrietados, y parecía una hormiga en una sartén caliente: agitado y cansado. "Ese mocoso..." Fletcher